RESUMEN EJECUTIVO.
Financiar gastos corrientes en moneda doméstica con deuda en moneda extranjera, resulta en un aumento sustantivo de la vulnerabilidad externa. Ante shocks exógenos negativos, por más pequeños que sean, se pueden generar turbulencias muy severas para la economía en su conjunto. Así, aquellos dos países emergentes que registraban un peso superior de la deuda en moneda extranjera (Argentina y Turquía), fueron los que sufrieron crisis profundas de balance de pagos en 2018 y 2019. Se puede ver cómo Argentina era claramente un outlier en la composición de su deuda, con un peso de la deuda en moneda extranjera muy superior al del resto de los países emergentes.
En cuanto a su evolución:
● La deuda pública bruta se incrementó durante el macrismo en U$S82.400 millones, lo que representa un incremento de más del 35%.
● El ratio deuda pública/PBI pasó del 52% en 2015 al 90% en 2019.
● La deuda pública en moneda extranjera aumentó más de un 51% durante la gestión macrista.
● En cuanto a la composición, empeoraron todos las variables características, lo que indefectiblemente repercutió en el grado de exposición y vulnerabilidad ante acontecimientos externos
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